Separata correspondiente a los tipos de nutrición en los seres vivos.
anexo un tipo especial de alimentación según nuestro tipo de sangre
Esto lo ha descubierto, después de más de treinta años de investigación, el médico estadounidense Peter D'Adamo, un renombrado especialista en medicina natural, autor del libro Los grupos sanguíneos y la alimentación.
Según D'Adamo, a lo largo de miles de años, "a medida que la raza humana se desplazaba y se veía obligada a adaptar su alimentación a las condiciones cambiantes, la nueva dieta provocaba cambios en su aparato digestivo y en su sistema inmunológico, para poder sobrevivir en cada nuevo hábitat". Estos cambios se reflejan en el desarrollo de los distintos tipos de sangre, y cada grupo sanguíneo contiene un mensaje genético de la alimentación y la conducta de nuestros antepasados, y aunque estamos a mucha distancia de la historia primitiva, muchas de sus características todavía nos afectan.
Pierde peso y evita enfermedades
Por lo tanto, según el experto, si sigues una alimentación acorde con tu tipo de sangre, por sus tendencias definidas de salud y alimentación, no sólo perderás peso, grasas y toxinas, sino que además evitarás muchos virus e infecciones comunes, combatirás enfermedades y retardarás el deterioro y envejecimiento celular.
- Tipo O. Es el grupo sanguíneo más antiguo y básico, sobreviviente en la cima de la cadena alimentaria, con un sistema inmune resistente, potente y muy activo, capaz de destruir a cualquier enemigo. Su actividad tiroidea tiende a ser lenta, pero su aparato digestivo es muy eficiente. El éxito de tu dieta depende de que consumas carnes magras, aves, pescados y mariscos, pero siempre acompañados de verduras. Evita la carne de cerdo y los embutidos. Limita tu consumo de lácteos, quesos maduros, huevos y cereales como trigo o maíz, porque tampoco te son muy benéficos. A ti te perjudican más los alimentos procesados, ahumados, curtidos o en conserva. Debes comer frutas y verduras en abundancia, pero evitar la familia de las coles, berenjenas, papas, trigo, maíz, frijoles y lentejas porque favorecen tu aumento de peso. Y te ayudan a la pérdida de peso los pescados y mariscos, vísceras, espinacas y brócoli. Las personas de este grupo bajan de peso con el ejercicio intenso o los deportes de gran esfuerzo físico.
- Tipo A. Es el de los primeros inmigrantes que se vieron forzados por la necesidad a dejar su rol de cazador-recolector y adaptarse a una alimentación y estilo de vida más doméstico y campesino. Su sistema inmunitario es vulnerable y su aparato digestivo es frágil, pero se adaptan bien a los alimentos. ¿Qué debes comer si eres del tipo A? Te funciona una dieta vegetariana o basada en frutas, verduras, cereales y legumbres. No toleras mucho la carne, tampoco la harina de trigo ni los lácteos. Consume sólo en pequeñas cantidades los pescados y mariscos. Te benefician muchos los alimentos derivados de la soya, las semillas y los frutos secos. Te conviene consumir los alimentos en el estado más natural posible: frescos, puros y orgánicos, y eliminar la mayor cantidad posible de alimentos procesados. Favorecen tu aumento de peso las carnes, lácteos, habas y trigo. Y te ayudan a adelgazar las frutas como la piña, verduras, aceite de oliva y soya. Las actividades físicas más adecuadas para ti, que te darán un mayor bienestar son las moderadas o relajantes como yoga, tai-chi, bicicleta, natación o caminar.
- Tipo B. Es el del ser humano asimilador, adaptado a los nuevos climas y a la mezcla de poblaciones. Representa la búsqueda de la naturaleza, tiene una fuerza más equilibrada entre las tensiones de la mente y las exigencias del cuerpo. Su sistema inmunitario es activo y su aparato digestivo eficiente, por eso se adaptan fácilmente a los alimentos. La dieta más equilibrada y sana para tu grupo debe incluir una amplia variedad de alimentos, que representen lo mejor de los reinos animal y vegetal: carnes magras, todos los pescados, lácteos, abundantes frutas y verduras de hoja verde. Estás en el grupo que mejor tolera los lácteos y huevos, pero tienes poca tolerancia al pollo, cerdo, embutidos, mariscos, semillas, frutos secos y cereales como trigo y maíz. Por lo tanto, favorecen tu aumento de peso el trigo, maíz, lentejas y cacahuates. Te ayudan a adelgazar los vegetales de hoja verde, la carne de hígado, los huevos y los lácteos. Tus actividades físicas deben ser moderadas y equilibradas, como aeróbics, bicicleta, natación, tenis y yoga. Puedes practicar ejercicios de alta intensidad, pero respetando los períodos de calentamiento y enfriamiento.
- Tipo AB. Es una mezcla moderna de grupos diferentes, resultado de una fusión entre el tolerante tipo A y el bárbaro tipo B, pero más equilibrado. Su sistema inmunitario también es vulnerable y su aparato digestivo frágil, pero fácil de adaptarse a los alimentos. Tu alimentación debe ser medianamente variada. La mayoría de los alimentos indicados y contraindicados para los grupos A y B son aplicables también para tu tipo. Si eres de este grupo, usa aceite de oliva en lugar de cualquier otro aceite vegetal, come más frutas cítricas como uvas y ciruelas, y limita tu consumo de frutos secos y cereales. Tú no toleras mucho las carnes rojas, ahumadas, embutidos, encurtidos, pastas, alubias, frutos secos, trigo, pimienta y vinagre. Puedes consumir lácteos, quesos, pescados y mariscos pero no crustáceos. Te caen bien las frutas como la ciruela, uva, piña y frutas del bosque y verduras como el jitomate. Favorecen tu aumento de peso las carnes rojas, maíz, trigo, alubias, frijoles y semillas. Y te ayudan a adelgazar las verduras, pescados, lácteos, piña y tofu. Elige una actividad física relajante que exija sólo un esfuerzo moderado, como el yoga y el tai-chi.
No hay comentarios:
Publicar un comentario